Tokio, la ajetreada capital de Japón, es una de as urbes más divertidas, y curiosas. Además de ser la ciudad más grande en el mundo, con más de 35 millones de habitantes.
Tokio posee una mezcla de ciudad futurista y tradicional a la vez, y eso se lo podemos comprobar desde sus asombrosos rascacielos iluminados con neones hasta sus majestuosos templos históricos que guardan sabiduría ancestral.
Tabla de contenido
¿Qué ver en Tokio?
Al ser una ciudad inmensa tenemos diversas actividades que hacer y lugares que ver en Tokio, lo que hay que tener en cuenta es las distancias de un lugar a otro, ya que si poseen gran diferencia, además los lugares más visitados están de punta a punta. Por ello te indicamos que lugares que no te puedes perder cuando estés en la ciudad olímpica.
Estatua de Hachiko
Hachiko es el nombre del perro de una de las historias más conmovedoras del mundo, incluso se grabó una una película protagonizada por Richard Gere en 2009.
Con el tiempo, la fidelidad legendaria de Hachikō se convirtió en un símbolo nacional de lealtad, en particular a la persona y la institución del Emperador.
En 1948, Takeshi Ando, hijo del artista original, creó la estatua que se encuentra ahora en la Estación Shibuya, justo al frente de la Salida Hachiko evidentemente nombrada en su honor.
Supuestamente, ese era su lugar de espera todos los días. Mucha gente se toma fotos con la estatua y, a veces, la llenan de adornos como símbolo de agradecimiento.
Templo de Sensōji
Tu viaje por Tokio no estaría completo si no pasas por el templo de Sensō-ji. Se trata de un templo budista más grande y antiguo y colorido de la ciudad, siendo una de las mayores atracciones para los turistas y los mismos japoneses.
Se encuentra en el barrio de Asakusa y está dedicado al Bodhisattva Kannon, también conocido como Guan Yin o la Diosa de la Misericordia.
Sensō-ji cuenta con un extenso complejo que incluye el edificio del templo principal y una pagoda de 5 pisos.
La historia de Sensoji se remonta al año 628, cuando la leyenda cuenta como dos hermanos descubrieron una estatua dorada de Kannon en el río Sumida mientras pescaban. Aunque volvieron a poner la estatua en el agua, siguió regresando mágicamente a ellos.
Directamente detrás del jokoro está el salón principal de Sensoji, del que se dice que todavía contiene la estatua de Kannon descubierta por los pescadores hace siglos. Sin embargo, la estatua era tan radiante que tuvieron que enterrarla debajo del suelo del templo, por lo que en realidad no podrás verla.
La entrada más típica es por la puerta de los truenos o Kaminarimon. Lugar donde puedes sacar valiosas fotos para tus redes sociales, ya que la puerta es de color rojo y tiene un enorme farolillo en el centro que pesa alrededor de 700 kg y que se cierne sobre todas las personas que pasan por debajo. Panorama perfecto para plasmar un recuerdo.
El acceso es gratuito, sin embargo no está abierto a todas horas. En verano, es decir Abril-Septiembre, se puede visitar de 6:00 a.m. a 5:00 p.m. y durante el invierno en Octubre a Marzo de 6:30 a.m. a 5:00 p.m.
Torre de Tokio
¿La Torre Eiffel en Tokio?, aunque pareciera que estuviéramos en Paris, no es así. Tokio tiene su propia Torre de acero con 332,5 metros de altitud, incluso 8 metros más que la Torre Eiffel, es la segunda estructura artificial más alta de Japón.
En realidad es una torre de comunicaciones y observatorio de 2 pisos, el principal a 150 metros y al observatorio especial a 250 metros.
El encanto de esta construcción modernista se aprecia cuando se ilumina de noche, pero lo mejor es ascender hasta su observatorio para disfrutar de las vistas panorámicas de Tokio.
Al pie de la torre hay un complejo comercial llamado Foot Town, con muchas tiendas internacionales y restaurantes con gastronomía típica, además de un acuario y un parque temático de anime que no te puedes perder.
El precio por subir a la Tokyo Tower es de 900 yenes y 500 yenes para los niños.
Palacio imperial
El Palacio Imperial de Tokio es la residencia oficial de la familia imperial japonesa, es decir la residencia del emperador de Japón.
Su recorrido por el interior esta prohibida, pero si se puede hacer visitas guiadas de lunes a sábado por ciertos partes de la residencia.
Para hacer este recorrido no es necesario agendar ni mucho menos pagar, ya que es totalmente gratuito, tan solo hay que estar sobre las 9:30h en la puerta Kikyomon para poder entrar.
No hay que registrarse, simplemente hacer la cola para conseguir un pase ya que el aforo está limitado a 500 personas por día.
Lo malo es que la visita guiada es exclusivamente en japonés, no hay traductores, pero así no entiendas el idioma, puedes deleitar tu vista con lo que se encuentra adentro.
Sus Jardines Orientales se pueden visitar en los días ya que están abiertos al público, sin duda, una belleza natural que te dejará impresionado.
Santuario Meiji Jingu
El Santuario Meiji Jingu es el santuario sintoísta más importante que ver en Tokio. Es un lugar donde perderse, ya que es un parque enorme con una superficie de 700.000 metros cuadrados, el santuario está rodeado de un bosque de 120.000 árboles de diferentes especies.
Situado en un extremo del popular barrio de Harajuku, está dedicado al primer emperador del Japón moderno, el emperador Meiji y su esposa, la emperatriz Shoken.
En 1921 terminó de construirse, unos años después de la muerte del emperador y la emperatriz, como señal de agradecimiento al papel que Mutsuhito tuvo durante la llamada Restauración Meiji.
Puedes reconocer este templo por su gran torii de madera que llevan la figura de un crisantemo, la flor que aparece en el blasón de la familia imperial.
Si vas un fin de semana seguro te vas a topar con alguna celebración, ya que el parque es también utilizado para ceremonias de bodas sintoístas.
El santuario de Meiji es una parada obligada para cualquier turista. Es una maravilla disfrutar de su arquitectura, aprender de su museo, ver la galería de murales que retratan la vida del emperador, además de relajarse paseando por sus grandes senderos del bosque y pasar por debajo de sus grandes torii de madera.