Localizado en la comunidad autónoma de Galicia, Celanova es un municipio de España, a 24 kilómetros de la capital, muy cerca de la Serra do Xurés y de la frontera portuguesa. Celanova tiene una superficie de 67,31 km cuadrados y cuenta con una población de aproximadamente 5.649 habitantes.
Celanova, cuna de poetas, en el que se puede hacer un recorrido desde la prehistoria, pasando por la invasión romana, la edad media, tesoros arqueológicos, hasta llegar a actualidad.
A continuación, te invitamos a descubrir qué ver y qué hacer en Celanova, para que tengas una idea de todo lo que te aguarda en este pueblo lleno de cultura.
Tabla de contenido
Lugares de Celanova
Aunque el Monasterio de San Salvador, del siglo X, es el principal reclamo turístico del municipio, Celanova reúne una serie de variados atractivos para complacer al visitante más exigente.
Desde sus construcciones medievales hasta su capilla mozárabe, única en España, y sus importantes yacimientos arqueológicos, puedes recorrer las etapas históricas de una Celanova abundante en patrimonio artístico; a través de sus rutas literarias descubrirás a los importantes autores nacidos en esta poética tierra; y en sus alrededores, ruinas romanas, parques naturales y bellas villas históricas.
Celanova, una preciosa localidad, caracterizada por un interesante pasado histórico que ha quedado plasmado en su arquitectura y que, sin duda alguna, merece una visita.
Casa de los poetas
Si de literatura hablamos, Celanova se merece una mención especial. La historia comienza con Curros Enríquez, uno de los principales representantes del Rexurdimento galego.
En el número 37 de la Rúa Curros Enríquez encontramos una casa tradicional de tres pisos que no destacaría entre el resto si no fuera por una curiosidad histórica.
La antigua casa familiar de Manuel Curros Enríquez, importante poeta gallego que, junto con Rosalía de Castro y Eduardo Pondal, fue impulsor del Rexurdimento.
En la actualidad alberga la Fundación Curros Enríquez y funciona como museo con una exposición permanente sobre la vida y obra de Curros Enríquez y algunos acontecimientos importantes de la villa, como la llegada del tren a Ourense, la emigración a Cuba o la creación de la Real Academia Galega. También hay un acercamiento a otros autores nacidos en Celanova como Celso Emilio Ferreiro y Xosé Luis Méndez Ferrín.
Tras la muerte de Curros, sus restos fueron traídos a Galicia desde Cuba y reposan en el Panteón de Galegos Ilustres en Santiago, junto a Rosalía y Castelao.
Monasterio
El monasterio de San Salvador es sin lugar a duda el monumento más representativo en Celanova y el que se lleva la mayor parte del protagonismo.
El conjunto monacal los forman la iglesia de San Salvador, las dependencias, el Claustro de las Procesiones y el Claustro Nuevo, con un estilo neoclásico.
Fundado en el año 936 y se fue completando con el paso de los siglos, hasta convertirse en una obra representativa del barroco en Galicia. Destacan especialmente el Claustro de las Procesiones y sus gárgolas, así como el retablo del altar mayor.
Como dato curioso, aquí que las casas no podían sobrepasar la altura del monasterio, por lo que da la impresión de ser todas pequeñas.
En la actualidad Todavía se conservan las casas más tradicionales, como la del médico y la del cura, tras la desamortización la iglesia siguió en funcionamiento.
La visita al Monasterio de Celanova solo se puede hacer con visita guiada. Pero existen varias partes del mismo que se pueden visitar sin guía sin precio alguno y cualquier día del año.
Esto es gracias a la desamortización de Mendizábal, que trasladó la propiedad a la villa, dejando sólo la iglesia propiamente dicha en manos del cura.
El mercado local de Celanova
Fue alrededor del monasterio, ya en el Medievo, cuando surgió a su alrededor un importante mercado callejero que se ha mantenido en el tiempo hasta llegar a la actualidad y convertirse en una animada feria semanal (actualmente en suspenso por pandemia).
El edificio del mercado de Celanova conserva su fachada original, aunque por dentro está completamente reformado. Es uno de los puntos en los que merece la pena detenerse tanto si te interesa la arquitectura como la gastronomía.
Castromao
El yacimiento arqueológico de Castromao es uno de los principales referentes de la cultura castreña del noroeste peninsular, a tan solo 3 kilómetros del centro de Celanova.
Sobre todo por su larga presencia den el tiempo ya que se cree que fue levantado en el siglo V a.C. y estuvo hasta el siglo II d.C.
Su importancia también reside en la riqueza documental que salió a la luz en las sucesivas excavaciones que han llevado a cabo en la zona los más prestigiosos arqueólogos gallegos. Algunas de las piezas aparecidas son el conocido como Trisquel calado de Castromao, figuras zoomorfas o monedas del siglo I, que se conservan en el Museo Arqueolóxico Provincial.
Visitar este yacimiento supone adentrarse en la vida de los primeros asentamientos del noroeste peninsular de la Edad de Bronce, así como su evolución en el tiempo. Otros tesoros arqueológicos de Celanova son los Petroglifos de Freixo, un conjunto de círculos concéntricos con cazoleta central que se remontan a la Prehistoria.
Plaza Mayor
El punto de encuentro fijo para cualquier personas y el sitio que ver en Celanova en torno al que sucede todo.
La plaza está coronada por el majestuoso monasterio y las casas de piedra en las que vivía la gente adinerada de la villa las cuales se identifican galerías y blasones, son una verdadera belleza, demás, en la plaza hay numerosos cafés en los que sentarse para contemplar la fachada del monasterio.
Por si te interesa, cerca de esta plaza, se llevan a cabo mercados semanales que ocupan casi toda la villa, donde puedes encontrar tiendas varias con productos locales.
La visita a la plaza es gratis. Por dentro no se pueden visitar, salvo que entres a la farmacia, la panadería, etc.
Virgen de Cristal muy cerca de Celanova
La Torre de Vilanova dos Infantes se alza en el centro de la villa medieval, muy cerca de Celanova.
Se dice que Ilduara, la madre de San Rosendo (el fundador del monasterio de Celanova), quien fundó aquí previamente otro monasterio pero para mujeres en torno al año 940
A mediados del siglo XV el monasterio fue reducto de los Condes de Monterrei, que tuvieron que luchar con los de Lemos por su posesión. Pero en 1474 llegaron las revueltas irmandiñas, que luchaban contra los señores feudales. Así, derribaron gran parte de lo ya convertido en castillo. En la actualidad solo se conserva la torre del tributo, que es lo más llamativo de la villa.
Pero además de la torre, Vilanova es famosa por la pequeña y queridísima Virgen del Cristal.
Esta pequeña escultura de cristal se le atribuyen varios milagros, asi como su aparición en dicho lugar. Con menos de 5 centímetros era la segunda talla más pequeña del mundo.
Misteriosamente en el 2015 desapareció, al mismo tiempo que murió su portador, el cura Don Adolfo. Una historia que debes conocer directamente de los pobladores, a la vez que visitas el Santuario da Nosa Señora do Cristal, en honor a la virgen desaparecida.