Miyajima se encuentra en el mar de la Isla de Seto, en las costas de Japón, además de ser un lugar mágico para turistear, posee una historia emblemática llena de cultura shinto.
Jugando así un papel importante en la religión de los japoneses, bajo la influencia del buda Kamakura, siendo su templo el más visitado.
Esta isla es considerada uno de los 3 lugares escénicos más importantes de todo Japón, siendo venerada desde tiempos de antaño, debido a que su paisaje otorga ese toque espiritual el cual se une con las montañas y el mar.
Miyajima se convirtió en un lugar sagrado en el año 593 por Saeki Kuramoto quién fundó el templo Itsukushima.
Cuentan sus soberanos que el monje budista Kukai (Kobodaishi) visitó Miyajima en su regreso de China en 806 y al sentir la presencia espiritual, declaró la isla como lugar santo.
Kukai construyó un Hondo, un salón principal sobre el monte Misen, llevando consigo la formación Gumonji.
El fuego utilizado en dicha formación sigue encendido en el salón Misen Reikado del «Fuego Eterno» (Kiezu-no-hi). La isla es famosa por sus festivales de fuego que tienen lugar en los días sagrados.
Tabla de contenido
¿Qué más ver en Miyajima?
Además de sus legendarios templos, la isla es conocida a nivel mundial por su famosa Torii, lugar para purificar el alma de cualquier viajero.
Templo Daishoin-in
El templo de Daishoin es uno de los más interesantes y encantadores de Miyajima, donde puedes encontrar variedad de objetos religiosos y una escalera repleta de pequeñas estatuas jizo, que dependiendo de la época del año aparecen vestidas con gorros y bufandas de lana que realizan los fieles.
El templo se encuentra en la base del monte Misen, donde su fundador Kobo Dishi dio inicio a la práctica del budismos en esta isla.
Esta montaña solo es accesible a pie o en teleférico. Hay tres caminos que parten del pueblo y convergen en su cumbre que se eleva a 500 metros sobre el nivel del mar.
- Camino Daisho-in: dicen que es la que tiene mejores vistas y la menos dura por ser menos empinada. Se tarda aproximadamente entre 1 hora y media y 2 horas en llegar a la cima.
- Ruta Momijidani: es la ruta más corta, pero también la que tiene mayor desnivel. Llega hasta a la cima surcando el bosque y se tarda aproximadamente 1 hora y media en llegar hasta arriba.
- Sendero Omoto: dicen que es el más largo y la subida puede llevar de 2 a 3 horas.
La ruta del Daisho-in es conocida por contar con las mejores vistas panorámicas y además es el camino que menos escalones tiene de los tres posibles. Si te animas a hacer alguno de ellos, la ruta hasta la cima te llevará entre hora y media y dos horas (sólo ida).
Otra de las cosas que puedes observar y hacer en este templo, son los curiosos rituales budistas que encontraras al subir las escaleras.
Una de ellas es un hilera de ruedas giratorias de metal que están escritas con sutra, es decir escritura budista.
Se dice que estas ruedas giran a medida que una va avanzando y tiene el mismo efecto cuando las tratas de leer.
La Pagoda de 5 pisos de Miyajima
Otro de los lugares sagrados interesantes de visitar en Miyajima es la Pagoda de 5 pisos, dedicada al Buda de la medicina y dentro hay un montón de imágenes de otras deidades que, por desgracia, no se pueden ver ya que está cerrada al público.
Construida en 1407 y restaurada en 1533 tiene una altura imponente de 28 metros. Es una de las pocas pagodas que existen en todo Japón con 5 pisos de altura, cada uno de los pisos reflejan los nombres de los principales donantes para su construcción, como dato curioso entre esos 14 nombres de los donantes se encuentran grabados son mujeres, algo poco común en la época.
La pagoda de cinco pisos es, seguramente, lo más fotografiado de Miyajima después del famoso torii flotante.
Santuario de Itsukushima
El santuario de Itsukushima declarado Patrimonio Mundial, fue construido por el siglo XII, formado por 17 edificios y 3 estructuras que se unen con el frondoso Misen.
Ubicado junto al Torii, es también el principal atractivo de esta pasiva isla, se aconseja visitarlo cuando la marea esta alta.
El motivo es porque estos emblemáticos templos están construidos sobre el agua, dándole un efecto de santuario flotante. Si por lo contrario lo visitas cuando la marea esta baja, podrás caminar en su arena seca.
Al estar construida sobre agua ha sufrido bastantes daños en su construcción, especialmente el Torii, el cual ha sido reconstruido varias veces siendo la última en 1875.
Este santuario se edificó debido a la costumbre sintoísta de adoración a las montañas ya que este isla está rodeada de estas elevaciones majestuosas.
En este santuario se adora a la naturaleza, es por ello que se le atribuye un carácter divino a estructuras naturales como montes, bosques o el propio mar.
Por eso, es considera la isla escogida por los dioses, el santuario se encuentra en un punto intermedio y perfectamente alineado con el monte, el mar y el bosque.
Un dato interesante es que antes la presencia humana en estas tierras era prohibida, ya que es considerado un lugar sagrado, pero con el pasar de los años, se permitió la entrada para que los turistas puedan disfrutar la paz y bendiciones de esta isla sagrada.
La entrada al santuario cuesta 300 yen (unos 2,30€ aproximadamente).
¿Qué comer en Miyajima?
La isla de Miyajima tiene una gastronomía muy especial y muy enfocada por el mar y por el hecho de ser una isla, en la que resaltan la calidad de sus ostras, anago maeshi (anguila asada sobre arroz) y momiji manju el cual es un riquísimo bollito relleno con forma de hoja.
En el area del ferry se puede encontrar varias ostras; en las calles principales y más comerciales de Miyajima podrás encontrar diversos estudiantes que sirven los platos tradiciones de la isla, con un trato acogedor.
Momiji manju
Si deseas endulzar tu paladar, debes de probar el famoso dulce momiji manju de Miyajima.
Este manjar con forma de hoja de arce japonesa esta hecho a base de huevos, azúcar, trigo, harina y miel, con el toque especial de relleno de pasta de frijol rojo, es todo una delicia.
Cuenta la historia que a principios de 1900, un pastelero llamado Takatsu Tsuneke servía dulces a un ryokan situado en Miyajima, en una zona llamada Momiji-dani repleta de arces y muy turística.
La dueña del ryokan encargó a Takatsu la realización de un dulce en forma de hoja de arce como souvenir y de ahí el inicio del momiji manju.
Es decir a finales del siglo XIX fue preparado por primera vez y su nombre rinde homenaje al lugar antes mencionado de Miyajima.
Este biscocho de los dioses los puedes encontrar en tiendas o puestos que encontraras en las avenidas de los santuarios.
Aunque la forma de la hoja original se ha mantenido a lo largo de los años, las opciones de relleno se han multiplicado, pudiendo ser muy variadas para satisfacer los cambiantes gustos actuales.
Por ello no te puedes ir de la isla sin probar los diversos rellenos de té verde, fresa, crema de almendra, limón, sésamo, chocolate, queso crema o la original rellena de frijoles rojos.